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Consejos para ser un buen vendedor

Consejos para ser un buen vendedor

Cualquiera puede ser vendedor, pero no todo el mundo puede ser un buen vendedor. Un buen vendedor es capaz de adaptarse a cualquier situación. Siempre sacará provecho de sus recursos. Es experto en comunicación y lidera todas las conversaciones. Vende porque sabe hacerlo. Y ahora tú también puedes.

¿Cómo puedes saber si eres el mejor? No se mide sólo a partir de la cantidad de ventas que haces, ni de los ingresos que generas ¡Hay mucho más detrás!

La venta es muchísimo más difícil de lo que la gente piensa. No es algo para desanimarte, sino todo lo contrario. Tienes un objetivo (vender) y para lograrlo necesitas una técnica. Aunque todas las técnicas de venta tienen puntos en común, la tuya tendrá tu sello.

Si quieres desarrollar tu estrategia de ventas estás de suerte. Hoy te enseñaré cuáles son las cualidades de un buen vendedor.

Confía en ti

Los ojos son el espejo del alma. Si tu cliente te mira y no ve a una persona segura de lo que dice, no venderás nada. No importa lo maravilloso o útil que sea tu producto; debes creer en tus habilidades para tener éxito.

Confiar en ti mismo te permitirá adaptarte a cualquier tipo de situación. El entorno y el cliente es algo que varía. Por este motivo, es importante que aprendas a desenvolverte en diferentes escenarios.

Conoce tu producto o servicio

Para vender algo, tienes que conocerlo bien. Debes enumerar todas las ventajas de tu producto o servicio. Tienes que explicar por qué es el mejor.

Este concepto es la base de las mejores estrategias de ventas. Sin embargo, tú no quieres vender simplemente, quieres destacar entre la multitud. Por eso, te doy mi mejor consejo: descubre.

Descubre al cliente sus propias necesidades. Enséñale por qué tu producto le resultará útil. Prepara tus argumentos para defenderlo de otros productos similares. Lo conoces a la perfección y es el momento de demostrarlo.

El buen vendedor no solo vende, el buen vendedor descubre necesidades.

Conoce a tu cliente

Conocer tu producto es imprescindible, pero no hay que descuidar otros aspectos. Ten siempre en mente: no hay venta sin cliente.

Estudia a tus clientes para entender cómo piensan. Como te he mencionado antes, debes comprender sus necesidades. ¡Y debes hacerlo antes que ellos mismos! Exprime toda la información que puedas obtener de tus conversaciones con clientes.

Si los clientes no estuvieran interesados, no estarían hablando contigo. Esfuérzate al máximo en conocerlos. Habla con ellos y escucha con atención lo que te dicen. Puede que la información que necesitas se encuentre entre líneas.

Acepta el rechazo y aprende de él

A veces, te rechazarán. Lógicamente, es algo negativo, pero puedes aprender de ello.

Interpreta cada experiencia negativa como una lección. Pregúntate por qué no han querido obtener tu producto o servicio. ¿Ha sido algo que has dicho o la manera en que lo has dicho? ¿Tu producto no era el indicado para esa persona? ¿No has estudiado bien a tu cliente?

Analiza los intercambios que has tenido con tu (casi) cliente y aprende de ellos. De esta manera, aprenderás qué debes repetir y qué debes mejorar.

Siempre tendrás la oportunidad de vender. Aprovéchala.

Cuida a tus clientes

No me refiero únicamente a tus nuevos clientes. Es importante que también mantengas una relación estable con tus antiguos clientes. Mantener el contacto con ellos no te tomará demasiado tiempo y causará una buena impresión. Así lograrás que recurran a ti cuando necesiten el producto o servicio que ofreces.

Si cuidas de tus clientes, conservarás el trabajo que ya has realizado.

Perfecciona tu estrategia de ventas

Aplica estos consejos y todos aquellos que recibas de otros expertos. Escucha a tus compañeros de profesión. Además, como te contaba antes, también debes aprender de tus errores. Tu propia experiencia es tu mayor fuente de inspiración.

Trabaja en todas tus habilidades: tu carisma, tu simpatía y tu destreza con la palabra. El vendedor es un aprendiz constante.

Unificar todas estas lecciones te permitirá desarrollar una estrategia fuerte y flexible. Así, podrás adaptarte a todo tipo de situaciones y de clientes. Tu técnica es lo que te convertirá en el mejor vendedor, así que no te olvides de ella.

Y recuerda: a la hora de vender, que sea con ciencia y, sobre todo, con conciencia.

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